domingo, 14 de junio de 2009

El surrealismo

El surrealismo está
O no está
Y escribo sin pensar
Sin nada en la cabeza
Con todo en la cabeza
Me dejo ir
O no
Pienso en algo
Pienso en alguien
O no pienso
Me duele o no
Siento o no
Se va mi corazón
Huye
hacia territorios que le son más acogedores
donde se siente bien
inmenso
sin cortapisas
Huye, huye lejos, se va!
Me arrastra a mi detrás
Sonrío
Este tonto corazón, que no quiere que lo mate.
Y voy detrás, detrás, me arrastra con alegría.
Veo dunas
Me lleva de la mano
Llevo un vestido blanco
y mi pelo al viento
Y sonrío
Y parezco un anuncio de galletas
Y me río, y mi corazón se ríe conmigo
Miro atrás, y abajo veo un bosque seco
Unos árboles retorcidos
Son quejigos.
Dentro hay sombras, pero no las veo
Y mi corazón tira de mi
Y vuelve a hacerme reír
Y terminamos de subir la loma
El cielo es azúl
Veo el mar
Y mi corazón se sienta en la arena
Con sus piernecitas delante de él
Lleva un sombrero y unos zapatos de claqué
Mira el mar
Y yo me siento
Y lo miro también
Las olas, que parecen ovejitas, le digo
No, son solo olas, me contesta.
Cierro los ojos y disfruto del sol.
Y miro el mar
Respiro hondo
Y son olas
Solo olas
Me enciendo un cigarrito
Y mi corazón se enciende un puro
Y fumamos mirando las olas, y la gente que pasa con camisetas de colores.
- Que fuerte eres tío - le digo.
- Ya te lo decía yo - contesta.

viernes, 5 de junio de 2009

Dios! pero que buena soy en lo mío!!!!!

De verdad, verdad, que soy buena en lo mío. Hoy he estado en la protectora, y ha sido genial. Se han quedado con la boca abierta. Y lo mejor es que yo también!! Si yo viera a alguien hacer las cosas que yo hago con los perros, fliparía! Y las hago yo! Jo, que buena soy, de verdad. Supongo que algún día me llevaré un susto, pero intento ser muy prudente.

En la segunda perrera que he entrado, había un pastor alemán, al que todo el mundo temía. Al pobre no lo sacan de allí nunca. He pedido un bozal, y he entrado en la perrera. Había tres voluntarias allí acompañándome. Cuando he entrado el perro ha empezado a enseñar los dientes, y he escuchado detrás mía "clash!" Miro, y la puerta del kennel estaba cerrada, y las tres voluntarias fuera! Y yo dentro! He tragado saliva y le he puesto el collar. Como un cirujano, he pedido el bozal, y me lo han dado a traves de la puerta... Se lo he puesto, y he escuchado la puerta abrirse (que valientes somos todos). Lo he acariciado, lo he sacado, le he quitado el bozal, le he quitado la correa, le he vuelto a poner la correa, lo he metido de nuevo en el kennel, le he quitado la correa y allí estaban las tres voluntarias con la baba caída con el perro, y diciendole lo mono que era....

Una de ellas, ha confiado en mi, y ha empezado a entrar en las jaulas conmigo. Cuando estábamos las dos con dos rottweillers "conflictivos", en una jaula de 2x3 intentando ponerle el collar a la hembra le he preguntado "a que no parece que tengo miedo? Pues lo tengo! y mucho!" Ella me ha dicho que no lo parecía, y le he dicho que esperaba que los perros pensaran como ella... Así ha sido. Los he engañado y me he hecho con ellos. Al final le he tenido que dar un beso en la cocorota al macho, que cuando me he agachado ha venido hacia mi, moviendo el poco rabo que tenía y poniendo su cabeza (mucho más grande que la mía) en mi regazo.


Son geniales. Espero que lo que hago sirva para algo, al menos para que puedan salir de su perrera a pasear.