Lo bien que estaba... y que estoy...

Lo bien que estaba yo. La semana pasada estaba tan tranquila. Feliz como una lombriz en temporada de lluvia. Y de repente, aparece Superguapo/supertonto. Apareció en un bar, de noche. Me lo encontré, no me llamó. Para colmo, yo le dije que me gustaba. Nos intercambiamos messengers y… se rompió la magia. Estaba yo tan feliz, viendo flores por todos lados, y ahora, aquí estoy, medio tristona por que ayer me dijo vía msn algunas cosas que no me gustaron. Quizás me lo dijo bromeando, quizás no. El caso es que como era por msn, no lo se. Puedo interpretarlas de 20.000 maneras, pero sus palabras no hicieron que me sintiera bien. Me desanimaron, me hicieron pensar si sería un maltratador también. Si me estaba metiendo caña, si no. Si le intereso, si no. En definitiva, me hizo pensar en cosas que me duelen, y que me recuerdan al HP.
No quiero pensar en esas cosas. No quiero sentirme regular, quiero seguir sintiéndome bien.
Quizás él no llevaba ninguna mala intención. Quizás le intereso. Tal vez sólo tenía un mal día. Pero el caso es que el tema “Superguapo”, con todo lo que conlleva de tener que pensar en relaciones, me quita energía. Una energía que adoro, y que me doy cuenta, de que aún es muy escasa.
Buscando el lado positivo, Superguapo, otra vez, me ha hecho ver cosas de mi misma de nuevo. De nuevo tengo que agradecerle algo. Ahora, quizás, agradecerle... que no me haya llamado si no estaba interesado, y... el haberme dado cuenta de que sigo siendo muy muy frágil.

Pero hace una tarde preciosa! Y me niego a estar comiendome la cabeza con superguapo o cualquiera que no me aprecie.